Una fiel compañera que nunca abandona, está allí, a la espera de mí, para cuando decida buscarla, tranquila, sin reclamo se soba la esperanza de que otra vez volvamos a ser una, coquetea con mis tristezas, refunfuña mis alegrías pero en el fondo se siente satisfecha, a veces la extraño, aunque se que ella me extraña mucho mas a mi.
Suele ser cómplice de mis noches y se compadece cuando me quejo al viento, de esos tiempos extraviados, no opina, solo acaricia mi rostro y me hace pensarla.
Es conformista, vive de las migajas que le doy.
Siempre estará ahí sigilosa y yo siempre la buscaré.
Mi soledad y yo, relación amor-odio, difícil de querer, difícil de olvidar.
Nunca seré feliz sin ella… Nunca seré feliz con ella…
29/11/10