Traduce mi Blog

7 de febrero de 2012

Señales


Son las señales que no llevan a realizar actos apegados a lo que sentimos en el momento, son esas señales que interpretamos a nuestro modo, en búsqueda de lo perdido o necesitado. Llega el punto en que la rutina o esa serie de actividades que se repiten una y otra vez hacen que aparezca la sensación de no hacer algo productivo para con uno mismo, no se refiere a la soledad o a falta de amor o necesidad de llamar la atención, no, en mi caso es esa busque de reencontrarme con lo que verdaderamente soy, esas señales me llevan a escribir (como no lo hacía desde hace tiempo), me permite reconsiderar en muchas cosas que deseo hacer, metas que se me han traspapelado en este escritorio llamado vida, mientras realizo actividades rutinarias (y que a veces no son necesarias). Bastó que ocurran muchas cosas y que este libro que compré (que por razones económicas lo tenía “pendiente” hasta que un impulso me llevó a regalármelo) lo que me hace entender esas “señales”.


Pasamos la vida desaprovechando oportunidades o dejándolas para después, ocurriendo más adelante este tipo de procesos como el que estoy viviendo. Muchas situaciones del presente me hacen sumamente feliz y agradecida con Dios, deje las nostalgias, me siento estable emocionalmente, río, lloro, como todos además que siento y percibo que lo que quiero, por lo que trabajo ahorita, una de mis metas más grandes, está realizándose, pero me refiero a esa parte espiritual, esa que he tomado mucho más en cuenta de algunos años hacia acá, es la que quiere extender mucho mas el alcance que tiene ahora y es por ello que vienen a mí una serie de preguntas que necesitan respuestas, esa curiosidad de descubrir mucho mas mi potencial, es como que si mi alma quiere más protagonismo en mi vida para opacar esa atención que le doy a mi lado humano. No siento esa necesidad de huir o alejarme sino más bien equilibrar esas energías, más a aprovechar mi crecimiento interno que externo, encontrar ese punto donde ellas cohabiten naturalmente, siempre explorando y mejorando el desarrollo que me exige mi alma. Es un camino que me la paso observando sin hacer nada, a veces estoy mucho más concentrada, en otras no tanto pero ese despertar que ha ocurrido quiere su puesto y al mismo tiempo no ser absorbido por la rutina, de lo que rige mi lado visceral, es esa vocecita interior que pide que cultive mi alma, que le preste la atención debida, que la alimente, que la haga crecer pero sin abandonar mi lado humano.



"La rutina es el hábito de renunciar a pensar." José Ingenieros