...un día de estos, de un año de estos...
En esa pequeña cajita, que se agranda, ahí voy guardando esas cosas, es un secreto, no le digas que ahí guardo un poco de rencor, de que aquellas palabras que fueron un dardo venenoso certero al corazón, no, no se lo digas, tampoco le digas que almaceno restos de ese amor con que me aferré a creer que todo era de lindos matices, te agradezco no le 
comentes, no comentes que archivo las falsedades que por evadir inconvenientes coleccione, no quiero que le digas que amontono cada instante feliz que compartimos, silencio… tampoco le digas que colecciono los planes que rondaron por mi imaginación sobre la perpetuidad de la realidad, si le dices que tengo guardado aquellas palabras que abandone acerca de mis tristezas, me molestare… no deseo que le digas que acumulo todas las oraciones (sujeto y predicado) que endurecieron mi corazón, no le digas que adquiero pócimas para esas lesiones que aparentan estar saludables pero que por una que otra negligencia se contamina e intenta abrirse, no le digas que recolecto esos deseos malsanos de que padezca lo que sufrí o de lo que sufro cuando su sombra limita con mi espacio, no le digas que guardo cada uno de sus valiosos secretos, no le digas que guardo todo el tiempo que invierto en aclararme a mi misma que algún día esta caja se tiene que vaciar y liberar mi alma de todas esos recuerdos, rencores, palabras y deseos que permanecen anclados en mi ser… no le digas nada, ya no es necesario, el viento se encarga de hacerle escuchar lo que yo sublimemente advierto en soltar…
